El Bitcoin fue originalmente concebido como un medio de pago digital entre personas, sin intermediarios involucrados que cobren comisiones a cambio de concedernos el permiso para usar nuestro propio dinero.
Muchas compañías ya aceptan Bitcoins como forma de pago, desde KFC, Starbucks y Subway en varios países, hasta Microsoft, PayPal y por un tiempo incluso Tesla. El proceso para pagar con Bitcoins es generalmente sencillo. Se necesita la dirección de Bitcoin del vendedor para realizar el envío o el código QR para escanear desde la wallet del comprador.
Muchos consideran que la mayor contribución del Bitcoin como medio de pago hasta ahora ha sido para envíos de dinero al exterior.
Si bien la adopción de Bitcoin como medio de pago se ha extendido mucho, existe aún un problema de escala que limita la posibilidad de que se vuelva de uso masivo en el corto plazo. Por ejemplo, la blockchain de Bitcoin procesa 5 transacciones por segundo, mientras que VISA procesa 4400 transacciones por segundo. Esto se da por la forma descentralizada de validar las transacciones en blockchain, que requiere más tiempo y mayor uso de energía. Este tema de la escalabilidad mantiene desvelados a los desarrolladores del Bitcoin, los cuales tienen varios proyectos en marcha que de manera inteligente logran solucionarlo. Por ejemplo, se creó Lightning un protocolo que trabaja como una segunda capa sobre Bitcoin y permite realizar transacciones instantáneas y con muy bajas comisiones.
En definitiva, Bitcoin tiene el potencial de ser una gran red global de pagos online, con los beneficios de ser segura, de bajo costo, no tener horarios para operar y brindar privacidad a sus usuarios.
Al igual que el dinero tradicional, Bitcoin se puede gastar o ahorrar. La ventaja que tiene Bitcoin es que su valor no depende de la política monetaria de ningún país, mientras que el dinero tradicional pierde valor ante la inflación que crean los estados cuando imprimen billetes. En los países con alta inflación y con gobiernos inestables, las personas dejan de ahorrar en su moneda y lo hacen en monedas supuestamente “más estables” como el dólar, en la creencia que EEUU no recurre a imprimir billetes como forma de financiarse. En los últimos tiempos se ha demostrado que esto no es así.
Dada su estructura descentralizada, el número finito de 21 millones y su emisión predecible, el Bitcoin es utilizado por muchos como una protección contra la inflación. De hecho, se ha llegado a decir que el Bitcoin está desplazando al oro como reserva de valor, aunque hasta ahora su valor total o capitalización se ha mantenido por debajo del 3% del valor del oro.
¿Qué beneficios tiene ahorrar en Bitcoin?
En el largo plazo, el Bitcoin ha tendido a valorizarse mucho debido al gran éxito que ha tenido en el mundo entero. No obstante, es importante entender que el Bitcoin es un activo de alto riesgo ya que su precio es muy volátil. Esto se debe fundamentalmente a que su adopción de uso es mucho menor que su adopción de inversión y la gran mayoría de los inversores no comprenden sus fundamentos, sólo están invirtiendo de forma especulativa.
Es imprescindible saber que podemos perder un porcentaje muy alto del dinero que invertimos en Bitcoin.
Por el momento, se puede decir que el Bitcoin tiene grandes virtudes y un enorme potencial. Su funcionamiento no es perfecto y probablemente se siga ajustando. Pero lo que no se puede negar, es que está revolucionando al mundo. El Bitcoin vino a patear el tablero, abriendo la posibilidad de quitarle el poder a los Estados y a los bancos de administrar el dinero de las personas, de interferir en su valor y de poner tasas de interés. Debido a la amenaza que esto representa para los protagonistas del sistema monetario actual, Bitcoin tiene grandes enemigos. Desde Janet Yellen y Jerome Powell hasta Bill Gates y Warren Buffet.
Además de ser la primera y más importante criptomoneda, Bitcoin constituye una comunidad de consenso, de desarrollo y de discusión. Bitcoin es la obra de entusiastas de la innovación y la seguridad digital, que creen en el gran valor de la cultura colaborativa y el software de código abierto.
Bitcoin encabeza la revolución cripto, basada en una ideología liberal. Además, es una expresión ideológica que se distingue de otras ya que en lugar de haber sido escrita en un libro, está plasmada en un programa.